Delirium en la agonía

Delirio

El delirium terminal se presenta antes de la muerte en 50 a 90 % de los pacientes.

La mayoría de los pacientes presentan delirium hipoactivo con disminución de la consciencia.

Se puede presentar agitación, alucinaciones e inquietud en una pequeña proporción de pacientes con delirium hiperactivo o mixto.

Este síndrome se relaciona con una supervivencia más corta y complica la evaluación de los síntomas, la comunicación y la toma decisiones.

Más aún, puede ser tremendamente angustioso para las personas a cargo del cuidado del paciente y los profesionales de la salud.

Agonía

Factores de Riesgo

Los factores de riesgo relacionados con el delirium terminal son, entre otros:

  • Encefalopatía hipóxica.
  • Factores metabólicos.
  • Ausencia de factores reversibles como medicamentos psicoactivos y deshidratación.

Seguridad

Las medidas de seguridad incluyen la protección de los pacientes contra accidentes o daño autoinfligido cuando están inquietos o agitados.

Se debe restringir al paciente muy poco. Las estrategias de reorientación son de poca utilidad durante las últimas horas de vida. Es imprescindible aportar educación y apoyo a la familia que es testigo del delirium de un ser querido.

No hay ensayos clínicos controlados aleatorizados sobre el tratamiento de pacientes con delirium terminal.

El cuidado para el paciente con este síndrome puede incluir interrumpir medicamentos innecesarios, revertir anomalías metabólicas (de ser éstas consistentes con los objetivos de atención), tratar los síntomas de delirium y proveer un ambiente seguro.

Fármacos que provocan Delirium

Entre los fármacos que provocan delirium están:

  • Corticosteroides
  • Fármacos quimioterapéuticos
  • Modificadores de la respuesta biológica
  • Opiáceos
  • Antidepresivos
  • Benzodiazepinas
  • Anticolinérgicos

En un ensayo pequeño, prospectivo, sin anonimato, con 20 pacientes de cáncer que presentaron delirium mientras se les trataba con morfina, la rotación a fentanilo redujo los síntomas y mejoró el control de dolor en 18 pacientes.

El inicio del efecto y los modos parenterales de administración se toman en cuenta cuando se selecciona un fármaco para tratar el delirium en la Etapa Final de la Vida, (EFV).

Entre los fármacos que sirven para tratar el delirium se incluye el haloperidol de 1 a 4 mg orales, intravenosos o subcutáneos. La dosis usualmente se repite cada 4 o 6 horas pero en casos graves se puede administrar cada hora.

Se puede usar la clorpromazina, pero su administración intravenosa a veces produce hipotensión grave; por tanto, se debe usar con cautela.

Otros fármacos que quizá resulten eficaces son:

  • Olanzapina, 2,5 a 20 mg oral en las noches (está disponible en tabletas orales desintegrables para aquellos pacientes que no pueden deglutir)
  • Quetiapina
  • Risperidona (0,5–2 mg)
Olanzapina

Mientras que ningún ensayo clínico aleatorizado muestra la superioridad de fármaco alguno sobre el haloperidol, estudios pequeños (sobrepotenciados) indican que la olanzapina se compara con el haloperidol.

Finalmente, si bien los estudios indican que, por lo general, las benzodiazepinas (como el lorazepam) o los antipsicóticos atípicos exacerban el delirium, podrían resultar útiles cuando este se relaciona con el síndrome de abstinencia del alcohol y en el delirium hiperactivo que no se controla mediante antipsicóticos u otras medidas complementarias.

En los casos de delirium resistente al tratamiento, la sedación paliativa podría ser justificable.

Alucinación

En los moribundos, hay un fenómeno poco entendido que aparenta ser distinto del delirium, es la presencia de alucinaciones auditivas o visuales que incluyen seres queridos que ya han muerto (lo que también se conoce como experiencias de la Etapa Final de la Vida, EFV).

Si bien algunos pacientes encuentran estas alucinaciones reconfortantes, el miedo de ser catalogado como confundido podría prevenir a los pacientes de compartir sus experiencias con los trabajadores de la salud.

Los familiares al pie de cama podrían encontrar estas alucinaciones desconcertantes y podrían requerir apoyo y consuelo.

Consultar con el consejero espiritual o religioso del paciente o la familia o con el capellán del hospital, resulta siempre beneficioso.

Información del autor
  1. Departamento de Cuidados Paliativos y Medicina de Rehabilitación, MD Anderson Cancer Center, Houston, Texas, EE. UU. Dirección electrónica: dhui@mdanderson.org.
  2. Departamento de Cuidados Paliativos, Barretos Cancer Hospital, Barretos, Brasil.
  3. Departamento de Bioestadística, MD Anderson Cancer Center, Houston, Texas, EE. UU .; División de Bioinformática y Biología Computacional, MD Anderson Cancer Center, Houston, Texas, EE. UU.
  4. Departamento de Cuidados Paliativos y Medicina de Rehabilitación, MD Anderson Cancer Center, Houston, Texas, EE. UU.
  5. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25242021?dopt=Abstract
  6. Instituto Nacional del Cáncer “Etapa final de la vida (PDQ®)–Versión para profesionales de salud fue publicado originalmente por el Instituto Nacional del Cáncer”.

Última actualización: [22/06/2019]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.