Medicación pre anestésica
Se entiende como medicación preanestésica o premedicación; la administración de fármacos con el doble objetivo de controlar la ansiedad y prevenir riesgos específicos.
Se debe tener en cuenta las enfermedades asociadas y la medicación que toma el paciente, por posibles interacciones farmacológicas, así como el tipo de intervención y si la intervención se lleva a cabo sin ingreso.
Como norma general, el tipo de tratamiento que toma el paciente de forma crónica debe mantenerse durante el periodo perioperatorio.
Habrá, sin embargo, determinados fármacos como los antiagregantes, anticoagulantes y antihipertensivos que se suspenderan antes de la cirugía (siempre individualizando cada caso).
Profilaxis de la ansiedad
La intervención quirúrgica supone para el individuo un factor de estrés, que altera sus actividades de la vida diaria. Los diferentes grados de ansiedad, y la manera de afrontarla, determinarán cambios en su conducta y una respuesta fisiológica asociada. Tanto es así que pueden descompensarse enfermedades crónicas, y aparecer trastornos neurovegetativos, insomnio, irritabilidad, etc.
Está demostrado que el control psicológico mejora los resultados y disminuye la morbimortalidad. Por este motivo, uno de los objetivos prioritarios de la consulta de preanestesia es la prevención y el tratamiento del estrés preoperatorio. Esto se conseguirá, en primer lugar, proporcionando una información veraz y objetiva al paciente y a sus familiares; y en segundo lugar, con la administración de ansiolíticos y sedantes.
Entre estos fármacos se encuentran las Benzodiacepinas como; el lorazepam, diazepam, midazolam y tranxilium; y los Neurolépticos.
Profilaxis de la aspiración pulmonar
El síndrome de aspiración pulmonar del contenido gástrico es una complicación grave con una mortalidad en torno al 5%. Los factores predisponentes son las intervenciones quirúrgicas de urgencia, obstétricas, ambulatorias, por obesidad, hernia de hiato y en edad pediátrica.
Como medida profiláctica se guardará ayuno de 4 horas para líquidos claros (agua y zumos sin residuo; la leche y los zumos con residuo no se consideran líquidos claros y se tratan como sólidos) y de 6 horas para sólidos. En los casos de riesgo, además, se utilizará profilaxis farmacológica con antagonistas de los receptores H2 (Ranitidina), inhibidores de la bomba de protones (Omeprazol), fármacos procinéticos (metoclopramida) y soluciones tamponantes como el citrato sódico.
Profilaxis de reacciones alérgicas en individuos predispuestos
Se debe realizar en aquellos pacientes con antecedentes de alergias medicamentosas, alimentarias y atópicos. La mejor medida profiláctica es evitar el contacto con el agente desencadenante. La profilaxis medicamentosa, por su parte, tiene como objetivo contrarrestar los factores que agravan o facilitan la aparición de una reacción histaminoliberadora.
Por lo general, se inicia 24 horas antes de la intervención y, en algunos casos, se mantiene hasta 72 horas en el postoperatorio. Se utilizan antagonistas de los receptores H1, como la difenhidramina (Polaramine®), antagonistas de los H2 (ranitidina) y corticoides.
Profilaxis de la trombosis venosa profunda y del tromboembolismo pulmonar
La etiología de la trombosis venosa y del TEP es multifactorial, aunque el éxtasis venoso por inmovilización prolongada es el factor principal.
Las medidas profilácticas pueden ser de dos tipos: físicas y farmacológicas.
Entre las medidas físicas se halla el vendaje elástico de las extremidades inferiores, la compresión neumática intermitente y la deambulación precoz.
Entre las farmacológicas, se encuentra la heparina de bajo peso molecular (HBPM).
Profilaxis de la endocarditis bacteriana
Se realizará en pacientes susceptibles a los que se les vaya a realizar una intervención que presente riesgo de producir bacteriemias intraoperatorias.
Dentro de los antibióticos se encuentran: Clindamicina, Amoxicilina, Ampicilina, Gentamicina, Azitromicina y Vancomicina.
Información del autor
- Lorena Plazas. Lic. en Enfermeria. Trabajo propio
- Actualizaciones en anestesiología para enfermería. Autores: Silvia Gonzalez Santos; Borja Mugabure Bujedo; Amaia Uria Azpiazu. Hospital Donostia.
Última actualización: [04/08/2019]