Contenido

Hematoma subdural

Un hematoma subdural es una acumulación de sangre entre la duramadre y la superficie del cerebro, generalmente causada por un traumatismo craneal grave. Algunos puntos importantes sobre el hematoma subdural incluyen:

Causas: Un hematoma subdural se produce cuando las venas puente se rompen y liberan sangre, siendo más común en adultos mayores debido al encogimiento normal del cerebro que ocurre con la edad.
Síntomas: Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, confusión, dificultad para concentrarse, mareos, pérdida de memoria, convulsiones y debilidad o entumecimiento.

Tratamiento: El tratamiento puede variar desde observación y reposo en casos leves hasta cirugía para drenar la sangre en hematomas más grandes. La atención médica inmediata es crucial para evitar complicaciones graves como coma o muerte.

¿Cuáles son las causas de un hematoma subdural?

Las causas de un hematoma subdural pueden variar, pero generalmente están asociadas con traumatismos craneales graves. Aquí hay información relevante sobre las causas de un hematoma subdural:

Traumatismo craneal: Un hematoma subdural suele ser el resultado de un traumatismo craneal severo, como los causados por accidentes automovilísticos, caídas o agresiones violentas. Estos traumas pueden provocar la ruptura de un vaso sanguíneo en el espacio entre el cráneo y el cerebro, lo que lleva a la formación de un coágulo sanguíneo que ejerce presión sobre el cerebro.
Edad y factores de riesgo: Las personas mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar hematomas subdurales debido al encogimiento cerebral natural que ocurre con la edad, lo que puede debilitar los vasos sanguíneos y aumentar la probabilidad de lesiones cerebrales por traumatismos leves. Además, el uso de medicamentos anticoagulantes, el consumo crónico de alcohol y condiciones médicas que afectan la coagulación sanguínea también pueden aumentar el riesgo.
Causas menos comunes: En algunos casos, los hematomas subdurales pueden ocurrir sin una causa específica aparente (espontáneamente). Además, en bebés y niños pequeños, estos hematomas pueden ser el resultado de abuso infantil y son comunes observados en el síndrome del bebé sacudido.

¿Cómo se trata un hematoma subdural?

El tratamiento de un hematoma subdural depende de su gravedad y puede variar desde la observación hasta la cirugía. Aquí se presentan algunas opciones de tratamiento comunes:

Observación: En casos de hematomas subdurales pequeños con síntomas leves, los médicos pueden optar por la observación sin un tratamiento específico, realizando pruebas de imagen repetidas para monitorear la evolución del hematoma.
Cirugía: Para hematomas subdurales más graves que causan síntomas severos, se puede requerir cirugía para reducir la presión sobre el cerebro. Los cirujanos pueden utilizar diferentes técnicas, como:
- Trepanación con agujero de trépano: Se perfora un agujero en el cráneo sobre el área del hematoma subdural para drenar la sangre.
- Craneotomía: Se elimina una sección más grande del cráneo para permitir un mejor acceso al hematoma subdural y reducir la presión.
- Craniectomía: En casos graves, se puede extirpar una sección del cráneo durante un período prolongado para permitir que el cerebro lesionado se expanda y se hinche sin daño permanente.

Es fundamental buscar atención médica inmediata en caso de un hematoma subdural, ya que esta condición puede ser potencialmente mortal si no se trata adecuadamente. El tratamiento específico dependerá de la evaluación médica individual y la gravedad del hematoma.

¿Cuáles son las opciones quirúrgicas para tratar un hematoma subdural?

Algunas opciones quirúrgicas comunes para tratar un hematoma subdural incluyen:

Trepanación con agujero de trépano.
Craneotomía.
Craniectomía.

Estas cirugías de descompresión pueden ser salvavidas, pero también conllevan riesgos como coágulos sanguíneos, hidrocefalia (acumulación de líquido en el cerebro) y un mayor riesgo de sangrado o infección craneal. Es esencial discutir con el equipo médico las opciones quirúrgicas más adecuadas según la gravedad del hematoma subdural.